Eléctricas y telecos exprimen la ley para evitar la prohibición del spam telefónico
Nueve de cada diez personas siguen recibiendo llamadas comerciales pese al veto de la normativa
Fin a las llamadas 'spam': las multas a las que se enfrentan las empresas que llamen sin consentimiento

Cuando el Gobierno prohibió el año pasado las llamadas comerciales no deseadas -el conocido como spam telefónico- para que entrara en vigor a mediados de 2023, muchos pensaron que se acabaría eso de contestar al teléfono y escuchar una oferta que nadie había pedido. ... Sin embargo, la realidad ha dado al traste con el objetivo de la ley que regula el veto a estas comunicaciones porque las empresas siguen llamando, incluso varias veces al día, exprimiendo los resquicios normativos; concretamente, pero no solo, las eléctricas y las compañías de telecomunicaciones.
El artículo 66 de la Ley General de Telecomunicaciones es el que recoge la prohibición y los huecos por los que colarse: «(Derecho a) no recibir llamadas automáticas sin intervención humana o mensajes de fax, con fines de comunicación comercial sin haber prestado su consentimiento previo para ello; y a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial, salvo que exista consentimiento previo del propio usuario para recibir este tipo de comunicaciones comerciales o salvo que la comunicación pueda ampararse en otra base de legitimación de las previstas en el artículo 6.1 del Reglamento (UE) 2016/679 de tratamiento de datos personales». Es ese consentimiento previo y el término de interés legítimo es a lo que se agarran las empresas.
Las quejas de los ciudadanos son continuas ya que las llamadas no cesan. Helena González llamó a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hace algo más de un mes porque no paraba de recibir llamadas comerciales: «Les contacté para ver si se podía hacer algo más que inscribirme en la lista Robinson, en la que ya estoy registrada y que claramente no funciona. Para ver si había una fórmula para que me dejasen de llamar. Pero la asociación me contestó que no», explica.
La prohibición
Se recoge el veto en la Ley General de Telecomunicaciones, en su artículo 66. Pero ahí mismo también se muestran los resquicios, que están en que en algún momento el usuario haya prestado su consentimiento para ello, o que exista el llamado «interés legítimo».
Empresas
Según los consumidores consultados, las compañías que más siguen haciendo este tipo de llamadas son las eléctricas y las telecos. En términos generales, la OCU afirma que, según su última encuesta, 9 de cada 10 personas siguen recibiendo llamadas.
Difícil solución
Evitar las llamadas es muy complicado, más aún si se ha dado consentimiento sin darse cuenta. Lo único que puede hacerse es denunciar el caso ante la Agencia de Protección de Datos.
La OCU afirma que, según su última encuesta, 9 de cada 10 personas siguen recibiendo llamadas a pesar de la Ley de Telecomunicaciones, que con la Lista Robinson tenía el objetivo de frenar las llamadas comerciales. «Es un hecho que la norma no está funcionando, por lo que hemos pedido a la Agencia de Protección de Datos que haya más control en el cumplimiento de la ley», resumen desde la organización de consumidores. Además, la asociación pide que haya «sanciones ejemplarizantes para las empresas que siguen sin cumplir la normativa», al tiempo que asegura que algunas empresas «usan los datos de los clientes sin autorización» y que, en algunos casos, se pueden convertir en «un verdadero acoso».
En dos semanas, González había recibido unas 10 o 12 llamadas de compañías eléctricas y energéticas que le ofrecían un cambio de contrato y nuevas tarifas. A pesar de pedirles que le dejasen de contactar, las llamadas no cesaban: «Es tremendo, cuando empiezas a preguntar que cómo tienen tu número o les pides el CIF de la compañía te cuelgan, pero luego te vuelven a llamar. Una vez les dije que como ellos grababan las conversaciones también lo iba a hacer yo, pero ahí terminó la llamada. Siempre bloqueo a los números, pero me vuelven a llamar desde otro teléfono», protesta.
Otros afectados, que prefieren mantenerse en el anonimato, denuncian que cuando dicen a estas empresas que no han dado el consentimiento para las llamadas o les requieren para que conste su oposición a estas comunicaciones no deseadas, los teleoperadores cuelgan. Se sienten impunes ante esta situación.
Razón de las llamadas
¿Por qué siguen llamando si está prohibido ?«Hay bastantes premisas con las que una empresa nos puede llamar, hay una brecha legal», explica el profesor de ciberseguridad de la Universidad Europea Francisco García. Por un lado, señala García, «nos podrían llamar si la razón de la llamada interesa al usuario»; sin embargo, «podrían aprovechar para vendernos algo». Por otro lado, apunta que «muchos usuarios dan su consentimiento en internet y aceptan condiciones sin leerlas». La solución, según García, pasa por marcar como 'spam' o bloquear estas llamadas. Aun así, asegura que ante esto las compañías simplemente llaman desde un número diferente. Asimsimo, las compañías se agarran al llamado «interés legítimo», que aunque la Agencia de Protección de Datos ha tratado de acotar, sigue siendo difuso.
González, por su parte, asegura que siempre tiene cuidado al aceptar el tratamiento de datos, pero que «la mayoría de veces las páginas web no dan opción para que no contacten contigo». Además, lamenta que existe un problema similar con los SMS: «Cuándo te llega un mail siempre hay la opción de que te saquen de la lista de difusión, pero para mensajes y llamadas eso no existe».
Ante situaciones como esta, al consumidor solo le queda denunciar el caso ante la Agencia de Protección de Datos, tanto si se reciben llamadas sin consentimiento como si se ha ejercido el derecho de oposición y las empresas no lo respetan. Pero eso no quiere decir que vayan a cesar esas llamadas día sí, día también.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete