Pasa siempre (y en los últimos años, acelerándose de forma supersónica después del mazazo para los kioscos que fue la pandemia, mucho más): cuando cierra una revista histórica, muchos entonamos la inevitable elegía funeraria por la muerte del papel y de los medios tradicionales. Ahora que cierra 'Micromanía', echamos cuentas y ya no recordamos cuando fue la última vez que compramos un ejemplar (aunque no es que la oferta en general sea abrumadora, pero yo sí que sigo yendo a por revistas ocasionalmente: son demasiados años haciéndolo como para dejarlo del todo).
En mi caso, al no ser jugador de PC hasta muy recientemente, pero sí haberlo sido de microordenadores de 8 bits desde los primeros tiempos, mi experiencia con 'Micromanía' se focaliza en un punto muy concreto de su historia. Pero el hecho de que su desaparición haya supuesto un capítulo triste en la historia de los medios en España (y más allá: era la revista de videojuegos más veterana del mundo) demuestra hasta qué punto su importancia trascendía una plataforma o un formato: 'Micromanía' fue el nexo de unión de varias generaciones de aficionados a los videojuegos.

Como digo, fui comprador de aquella 'Micromanía' nacida en 1985 en su primera época, cuando trataban los lanzamientos de los ordenadores de 8 bits. Era usuario de Commodore 64 en esa Cúpula del Trueno que fue Murcia en los ochenta, y aunque viví el primer boom de las revistas especializadas con cabeceras como 'Input 64', o 'Tu Micro Commodore'(ya llegaría un segundo boom con el desembarco de las consolas de 16 bits en nuestro país, y el lanzamiento de ese monstruo superventas que fue 'Hobby Consolas'), 'Micromanía' era especial. Sobre todo, por la variedad de sus contenidos, que me permitían estar al tanto de los lanzamientos de los ordenadores "rivales".
En mi experiencia particular, 'Micromanía' fue pionera en un aspecto muy específico de mi experiencia con los videojuegos: fue la primera vez que leí críticas y reseñas de los juegos, algo muy útil en aquellos tiempos previos a internet. Las puntuaciones a distintos aspectos de los lanzamientos (que visto hoy, nos sirvieron a los barbilampiños aficionados de entonces a desgranar analíticamente los componentes de los juegos: gráficos, música, mecánicas...) fueron una introducción a cierto pensamiento crítico relacionado con los juegos. Y los extensos artículos con las soluciones, funcionales hasta el extremo, una especie de parcos post-morten acerca del funcionamiento íntimo de juegos tan primitivos.

Por supuesto, no todo era perfecto en aquellos tótems del periodismo especializado. Al fin y al cabo, aún se estaba creando un lenguaje para analizar los juegos, y estábamos lejos de los primeros iconos de la Nueva Crítica, como Kieron Gillen o Tom Bissell. Las reflexiones de estas primeras 'Micromanía' eran toscas y apresuradas, más descriptivas que reflexivas, y claramente dirigidas a un público jovencísimo. Pero eran el punto de encuentro de millones de chavales, ignorados por los medios tradicionales aunque en los patios de los colegios no se hablara de otra cosa que no fuera el 'Army Moves' o el 'Barbarian'.
Tamaño sábana
La fiebre por 'Micromanía' se disparó en un momento muy específico: la llamada segunda época de la revista, 35 números más tarde (en 1988), que dio un vuelco total a la publicación: se pasó al formato tabloide y redujo notablemente su precio a unas icónicas e incluso por entonces muy asequibles 175 pesetas. El cambio de tamaño condujo a una multiplicación de los contenidos, afín al boom de los microordenadores que se vivía entonces: no solo daban sus primeros pasos ordenadores más potentes como Amiga, Atari St (que recibieron un espacio en la nueva revista) y los hoy impracticables primeros PCs, sino que la oferta de juegos de 8 bits era abrumadora.

A título personal, recuerdo muy claramente que 'Micromanía' comenzó a incorporar en sus páginas unos reportajes que analizaban la (aún entonces breve) historia del medio a partir de rápidos monográficos: los machacaladrillos, los clones de 'Tetris', las conversiones de recreativas o los juegos de Ultimate eran revisados en detalle. Muchos entendimos de aquella manera que no solo había un futuro por delante de los videojuegos, sino que se venía de un pasado igual de jugoso. Otras secciones de la revista, como la dedicada a las aventuras conversacionales y su legado redundaban en esta idea: los videojuegos ya tenían una historia digna de comentarse y estudiarse.

La tercera y última época de la revista sería la más longeva, duraría 335 números (hasta la actualidad) y arrancó en febrero de 1995 con una portada dedicada a 'Full Throttle'. Mi interés en los videojuegos dejó de centrarse en los ordenadores y por ello me distancié un poco de la publicación, aunque he ido guardando abundantes números de esta etapa, sobre todo con ánimo archivista. Fueron tochazos de casi doscientas páginas con textos cada vez más trabajados.

En los casi treinta años que ha durado esta última etapa, 'Micromanía' ha pasado por todo tipo de vicisitudes editoriales (llegó a dejar de publicarse un mes cuando el grupo que había comprado HobbyPress, Axel Springer, decidió dejar de publicarla, pero recogió el textigo BlueOcean Publishing). Desde hace menos de un año, 'Micromanía' se distribuía exclusivamente en la cadena de tiendas GAME, con la tirada mucho más reducida y lejos ya los tiempos en los que cada número pasaba por docenas de manos infantiles.
Los valores de la 'Micromanía' primigenia fue obvio: pensar los videojuegos, azuzar el interés por ellos más allá de unas cuantas frases promocionales. De forma primitiva y generando problemas que aún arrastramos (las notitas del infierno), desde luego, pero con una intención y una devoción por el medio fuera de toda duda. Y además y por encima de todo, también hizo de pegamento generacional: muchos hemos crecido como jugadores en las últimas décadas, hemos visto la evolución del medio hasta convertirse en el mastodonte del entretenimiento. Y de algún modo, 'Micromanía' ha estado ahí como testigo de toda esta odisea.
Cabecera: Foto de John Tones
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malloc
Que pena me dio leer la noticia.... Hacía muchos años que no la compraba, la dejé cuando era formato sábana, me encantaba, disfrutaba viendo los gráficos del amiga 500 y del Atari ST mientras yo me arrastraba con un 8088 cga monocromo verde y pc-speaker... Tengo dos ejemplares, uno de la primera época con la Abadía del crimen y otra de la segunda época (sábana) con el Monkey Island. Muchísima nostalgia. Hasta siempre MicroManía, siempre en mis recuerdos.
jesusmarrone
Mis primeras lecturas fueron con Micromanía, de la segunda época. Revista imprescindible y excelente. En clase una vez presenté la peli de Batman tirando de un reportaje de la revista con 2 compañeros XD Me costó 100 pesetas hacer las 4 fotocopias. También la edición especial que hicieron creo que por Navidad, el Monstruoso, con tropecientas páginas. Y las historias de la contraportada.
El día de Reyes siempre saco mi colección de recortes de Micromanía. En especial me gusta releer el artículo de "Where Time Stood Still", porque recuerdo leerlo un día de Reyes cuando era chico. Curiosamente nunca jugué al juego porque no salió para Amstrad, pero para esa época yo me montaba mis películas de que sería la hostia, incluso me inventé una canción XD
Innumerables anécdotas.
tmpmds
Las Input de la época (MSX/Commodore...) eran una pasada (cursos de ensamblador y reviews de juegos, podía haber algo mejor?). Pero cuando salió la 1a Micromanía de la 2a temporada, aquel pedazo de revista y a ese precio, bufff... fue rompedor. Creo que ese periodo de revista/periódico fue el mejor de largo :)
Qué tiempos.. sniff... Descanse en paz!!
Tron
Primero aparecio Microhobby y al poco sacaron tambien Micromania, no solo dedicada al ZX Spectrum, el micro que yo tenia.
Tambien en aquella epoca, en el 85 por lo que leo, aparecio un programa en la incipiente TV3 dedicado a los micro-ordenadores 'Connecta el micro, pica l'start', un mundo nuevo. Que tiempos ha, ha.
Eagle
Recuerdo el cambio a "la sábana" y la ilusión que me hacía cuando llegaba la fecha de salida de un nuevo número.
Me las devoraba enteras. De hecho, fui suscriptor desde el número 2 y durante muchos años. Ya de mayor, no tenía donde meter tantas revistas y las fui tirando poco a poco, con cierta pena.
Un pedacito de mi historia se va con esta revista.
jordicasellasestrada
Yo las coleccionaba, tenía todos los números de la segunda época, aunque realmente empecé a conprarla todos los meses alla3por 1989, pedí los números atrasados.
Luego empalmé con la tercera época, hasta que ya no recuerdo cuándo la dejé de comprar, cuando me emancipé de casa de mis padres no me pude llevar la colección por falta de espacio, y se acabó tirando, una pena...
Cuando volví a jugar a videojuegos unos años más tarde ya no retomé el comprarla, ya que ya te ponias al día por Internet, pero sí noté que en las publicaciones de Internet faltaba profesionalidad, o tal vez no era cuestión de CV, si no de que los redactores son de otra generación posterior a la mía, y es otra forma de escribir a la cual yo nunca me he acabado de adaptar, es lo que tiene ser un viejo zorro en esto de los videojuegos, con mis 47 tacos el que siga jugando a mi mujer por ejemplo le parece algo infantil, claro que el tipo de juegos que me gustan también han ido cambiando, como el cine, hay géneros para todos los gustos y edades.
La verdad me da mucha pena la noticia, y más aún recordar mi colección perdida, ahora la guardaría como un tesoro, qué nostalgia...
approved101
La revista de Aspar la tengo aún.
stranno
Me fastidió más lo de PlayManía, hace un año. Aún incluían guías muy buenas, que sin duda es el mayor valor añadido que se puede dar a una revista física de videojuegos.
imf017
Gracias a Micromanía conocí juegazos como Crusader: No Remorse y Crusader: No Regret.
ricardo.molina.31924
Pedacitos de nuestra vida.... PC Actual sustituyó a Micromanía cuando me fui haciendo mayor, pero las portadas del micromanía versión sábana en la época de Maniac Mansion, Elvira,... Míticas...
Penita...
xperia10
Los tiempos cambian.
En su día, compraba revistas para saber qué juegos me podrían gustar. Hoy, viendo un Gameplay en Youtube lo tengo resuelto.
sr.lobo.
Que buenos tiempos leyendo a Ferhergon en Maníacos del Calabozo.
Y tratando de buscar las pistas que nos atascaban semanas y semanas al Shadowlands, Eye of The Beholder, Ishar, etc.
Aunque siempre maltrataron bastante a mí querido MSX2 con el látigo de su indiferencia.
Descanse en paz
pedrosalguera
Micromanía y Microhobby, qué recuerdos, mi madre…
TOVI
Que recuerdos... Tenía una estantería con las revistas como si fuese un coleccionista. Costaba leérsela entera de lo completa que era.
Otra que me gustaba mucho era PCcomputer.
ciquitraque
Empecé en esto con la Micro Manía tamaño periódico y la seguí en las temporadas siguientes hasta que la prensa digital lo abarcó todo y no quisieron o supieron adaptarse a los nuevos tiempos. La tengo en alta estima, guardé los números que más me gustaron y recuerdo comprarla y cambiarla con compañeros de clase por la Hobby Consolas, PlayManía, Super Juegos, Nintendo Acción y XB Magacine...
rubpucela
Al ver las fotos y recordar esas tardes de camino al kiosco para comprar el nuevo número..
Recuerdas cuando las cosas se hacían con cariño y en el caos que ha acabado todo esto
Cufloc
Nunca jamás la compré pero sí recuerdo la Nintendo Acción y su muerte
DEP Micromanía y transmitirle mis condolencias a quienes la disfrutaban y/o trabajaban en ella
Hechs
Alguien tendrá que sacarme de la ignorancia y contarme qué era ese formato sábana, porque dudo que sea lo que me imagino.
rafaello76
:'-(
elpableras
Yo las compraba religiosamente a finales de los 90 principios de los 2000. Siempre recuerdo, por ejemplo, que la única vez que vi que le pusieran un 100 a un juego fue al Black & White. Aún guardo las revistas y sus cds con demos y parches. Es una pena que ya no cuaje la prensa en papel en España y que el periodismo de videojuegos no sea casi nunca una opción para una carrera profesional.
Un recuerdo bonito de Micromanía y mis mejores deseos para la gente que la hacía posible.
guillermoven
El panorama de revistas en España es desolador. Cuando viajo a Francia me sorprende la cantidad de revistas sobre infinidad de temas que aún se publican.
Pesanur
Que recuerdos. Esas guias que traian eran muy utiles, y las demos que metina rpimero en disquetes y luego en CDs.
Pero nada es perfecto. Yo deje de leerla cuando empezaron a meter reportajes de nuevos juegos en los que ni trataban de disimular que les habían patrocinado para hablar bien de ese juego.
marta_mmm
Que recuerdos. Aún guardo unos cuantos ejemplares en casa de Micromania.
ofespin
Era una maravilla de revista, pero los tiempos cambian.
Kolo Raro
Empecé comprando la ZX y la Microhobby, y aúno no teníamos un Spectrum en casa pero las disfrutaba igual. Luego nos lo regalaron.
Luego con Micromania fue especial, nos tocó la Derbi en el sorteo del número de Sir Fred, y la seguí comprando hasta la mitad de la época sábana, ese formato siempre se me hizo complicado de manejar.
Una pena, quedan muchos recuerdos de infancia y adolescencia en sus páginas: portadas, reportajes, mapas, pokes,... Pena penita.
x1sco
La segunda época fue la mía. Sigo guardando el maletín con un buen tocho de revistas. De vez en cuando las ojeo. Pura nostalgia de otros tiempos. Emoción y ensoñación a partes iguales con cada número.
Gracias, Micromanía!
garth
Recuerdo que mi hermano mayor la compraba de vez en cuando y juntos intentábamos los trucos (no siempre nos funcionaban) en nuestro Amstrad. Creo que todavía guarda algunos números viejos en un baúl lleno de revistas viejas (Zona 84, Cimoc...). Yo me pasé a las consolas y a Hobby Consolas, pero guardo muy buenos recuerdos de aquella revista enorme en todos los sentidos
rebootedc
Joder, la micromania con la portada del Aspar GP master. Qué clasico. Aún las guardo yo.